Retomar el clítoris
Un documental sobre el clítoris es algo poco común. El documental francés de Michéle Dominicis es uno de los más sensitivos. El título tiene un doble significado. ¿Pero por qué el documental no habla de la causa que impide el conocimiento sobre el clítoris? ¿Es porque éste es una amenaza en contra de la heterosexualidad como modelo?
El documental "Retomar el clítoris", de Michéle Dominici, hace un repaso por la anatomía, la historia, la educación sexual, el orgasmo, y lleva una interesante nota sobre la intersexualidad. Lo que falta es una conección entre estas áreas.
Imágenes anatómicas muestran que el clítoris es más grande de lo que se vé por fuera, que al igual que el pene, se agranda cuando se estimula. Y eso es lo que se debe hacer para que la mujer tenga orgasmo, algo que generalmnte no se menciona en la educación sexual. Cuando la científica inglesa Helen Connell estudiaba biología en los años ´80, descubrió que las imágenes del clítoris y su función, habían sido eliminadas de los libros escolares. Eso fue lo que la llevó a investigar justamente sobre el clítoris.
En la película se muestra en un breve tour sobre la historia occidental, cómo la existencia del clítoris y su significado para la sexualidad de la mujer, todo el tiempo se ha silenciado. Hippokrates considraba que era necesario que la mujer tuviera orgasmo para poder quedar encinta. Pero a pesar de los empeños en contra del silenciamiento, el clítoris nuevamente quedó escondido. La ciencia de los años 1800 (que fue efectuada solamente por hombres), pretendía encerrar el deseo sexual de la mujer y reducir a la mujer sólo a parir o a ser puta. Entonces el clítoris fue un “problema” para los hombres. Durante el mismo siglo, que se caracterizó por las categorizaciones, se dividieron las inclinaciones sexuales, ya que la heterosexualidad al principio se consideraba perversa, y luego se transformó en el ideal. Los médicos de los años 1800 sanaban a las mujeres engorrosas y problemáticas a través de cortarles el clítoris, lo que sucedió en Europa hasta los años 1920. Cuando se dice que la mutilación del clítoris pertenece a la cultura de algunos países o regiones de Africa, es adecuado echarle un vistazo a la historia colonial…
Ahora que en Suecia se ha dado un juicio en contra de la mutilación sexual, otro caso igual podría darse con los niños que nacen como intersexuales. El documental muestra el atropello de los niños intersexuales, que se esconde completamente detrás de las recomendaciones médicas, pero que en realidad se trata de normas. Un niño cada 2000 tiene algún tipo de condición intersexual. Los niños intersexuales tienen órganos masculino y femenino ya desarrollados. Aunque pueda ser funcional, no cálza en la norma de cómo deben ser los cuerpos, y por eso los operan. El documental toma varios temas, pero asombrosamente, no toma el tema de la identidad sexual o de la heterosexualidad como norma.
El conocimiento sobre nuestro propio cuerpo nos lleva al conocimiento sobre nuestra sexualidad. Helen Connell y otros científicos dentro de la urología y la psicología clínica explican que para que las mujeres (biológicas) tengan orgasmo, es necesario que se estimulen los nervios del clítoris. Es posible estimular el clítoris si es que una penetración se hace de tal manera que los nervios del clítoris sean alcanzados “por detrás”.
La vagina tiene pocos nervios sensitivos y Connell explica que tener hijos por la vagina, lo que es lo más común, sería insoportable si la vagina tuviese un montón de nervios sensitivos. “La penetración sin estímulo del clítoris, no puede crear un orgasmo”, constata un urólogo. Es justamente de esa forma que la relación sexual se muestra en las películas y la televisión.
Nisiquiera cuando se habla de masturbación, alguno de los entrevistados o Michéle Dominici, mencionan que el clítoris obviamente puede ser estimulado por un hombre, una mujer, o una persona transexual. Por supuesto que una puede sacar sus propias conclusiones, pero es un menos que la directora de la película y los entrevistados silencien la práctica sexual e impidan un pensamiento libre de la sexualidad. Al mismo tiempo que acentúan que somos seres sexuales que reaccionamos ante los estímulos, nos limítan como seres sexuales al mostrar por ejemplo, un test con una película heteroerótica.
No estoy de acuerdo con las opiniones de los entrevistados que dicen que no se habla mucho sobre sexo en la sociedad, lo que pasa es que lo que se habla de sexo es demaciado unilateral. Pero los científicos deberían romper sus propios límites sobre las normas alrededor de la sexualidad.
Anki Bengtsson, Diario Yellah – Suecia
(trad.: M. Vera)
Etiquetas: clítoris, sexo, sexualidad
1 Comments:
Claro que se pueden dejar mensajes en BAD, escribí un ejemplo.
Aprovecho de aportar con un artículo sobre mujeres pedófilas que puede ser de interés para tu página.
saludos (Bad is GOOD)
http://www.sourze.se/Kvinnor_som_%c3%a4r_pedofiler_finns_de_10452778.asp
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