miércoles, enero 02, 2008

Antropología feminista















Aportes de la antropología a los estudios de género y sexualidad.

Marcela Vera O.


La antropología feminista, como se llamó la antropología del género desde el principio, comienza a partir de los años ´70, aunque anteriormente ya existían estudios antropológicos desde esta perspectiva, como por ejemplo los estudios de Margaret Mead. La antropología ha sido bastante abierta a los estudios de la mujer, y también ha habido bastantes mujeres antropólogas. Sin embargo, anteriormente la mayoría de los antropólogos eran hombres y al igual que en otras ramas académicas, sus observaciones y estudios se concentraban en las actividades de las personas de su mismo sexo, siendo el conocimiento sobre las mujeres bastante escaso y marginalizado. Es decir, la antropología era totalmente incompleta al desconocerse la cultura de más de la mitad de la población mundial, y al no estudiarse un aspecto importante de la sociedad: la interacción entre hombres y mujeres.

La antropología feminista comenzó con el estudio de las mujeres, aunque para entender su situación lógicamente debía estudiar también a los hombres, sobretodo bajo las condiciones de poder. Quiere decir que no se trataba sólo de visibilizar a las mujeres, sino que de visibilizar un aspecto importante de la sociedad. Por lo tanto, un nombre más apropiado para esta rama pasó a ser la “antropología de género”, aunque el término “antropología feminista” aún es utilizado paralelamente.

Otra tarea de esta rama académica fue la de mostrar que la mayoría de los argumentos occidentales referente al género no coincidían con la realidad, y que las teorías tradicionales que mostraban la dominancia masculina como algo necesario, estaban equivocadas. Pero el hecho de que los hombres siempre tienen más poder que las mujeres parecía ser universal. Esto necesitaba una explicación, y se desarrollaron varias hipótesis al respecto: la separación entre lo publico y lo privado (Rosaldo 1974), el concepto de cultura como superior a la naturaleza (Ortner 1974), el hecho de que las mujeres casi siempre toman el cuidado de los niños (Chodorow 1974), y la explicación de que es un producto de las relaciones sociales, del parentesco y el matrimonio como parte de sistemas sociales totales, ligados con ordenamientos económicos y políticos (Rubin 1975).

Sistemas de género

Un aspecto importante que tuvo el desarrollo de la antropología de género fue la aparición del concepto ´sistema de género´. Este se había utilizado desde finales de los años ´60, pero tuvo más fuerza después de 1975, cuando Gayle Rubin publicó su artículo en el que explica que en todas las sociedades existe un sistema de género para organizar la sexualidad y la reproducción, y que el patriarcado es un tipo de sistema de género, pero pueden existir otros.

Se llegó a la conclusión de que no se puede encontrar una explicación universal al sistema patriarcal, ya que existen variaciones demasiado grandes entre las sociedades, no sólo en las condiciones, sino que en todas las causas que podrían funcionar como explicaciones, porque las explicaciones tampoco son universales. Ya no se podía ver la opresión de las mujeres como un solo fenómeno, la opresión no es una, sino que muchas, así es que se buscaron las causas de las variaciones.

Se estudiaron las distintas formas de sustento (caza, recolecta, cultivo, industria), el capitalismo y el colonialismo, los modos de producción y sus cambios, la participación de las mujeres en los medios de producción, los productos y la distribución, la clase y las castas, los modelos de hábitat, la herencia, las formas de matrimonio (monogamia, poligamia, poliandria), las relaciones entre grupos sociales. Se encontró que ningún factor en sí es una explicación, pero que todos tienen una cierta relevancia, y todo el contexto debe ser estudiado en su totalidad.

La antropología norteamericana, que incluye arqueología y primatología, se interesó en las teorías evolucionistas. Las feministas se enfrentaron contra las teorías que explican el desarrollo social y cultural del ser humano tomando en cuenta las exigencias de la caza (fabricación de herramientas y colaboración). La mujer tambien era cazadora, pero complementaba la caza de pequeños animales con la recolecta, que les otorgaba la nutrición y calorías necesarias. Las académicas comenzaron a hablar, en vez del hombre cazador, de la mujer recolectora, argumentando que los trabajos de las mujeres también exigen la fabricación de herramientas, colaboración, y una comunicación muy desarrollada.

Alrededor de los ´80 se dieron a conocer interesantes teorías al respecto (Ortner, Whitehead, Sacks, Sanday), pero después de eso se siguió hablando poco sobre los aspectos universales del género. Las mujeres de los grupos minoritarios, las no-occidentales y las lesbianas, criticaron tempranamente las ideas de la universalidad de las experiencias femeninas. Esto elevó las exigencias en la exactitud de los estudios, en las etnografías, las especificaciones del tiempo y el espacio, en todas las dimensiones sociales. La antropología de género se ocupó también de ver qué tipo de categoría es el género, para que diferencias se utiliza como metáfora, qué categorías de género existen, y qué criterios se usan para diferenciarlos. Todo eso varía, y se debe describir para poder formular bien los temas sobre jerarquía.


Categorización del género

No se encontró ningún matriarcado puro, pero sí, que existen sociedades en las que hay un cierto equilibrio de poder entre hombres y mujeres. Como ejemplo de estas sociedades con cierta igualdad entre los sexos, se han nombrado a los indios norteamericanos hopi e irokeses, y a los !kung del desierto de Kalahari, en Africa. Las mujeres y hombres ¡Kung son bastante igualitarios, se reparten las tareas y trabajan la misma cantidad de tiempo, aunque las mujeres aportan con la mayor parte de los productos necesarios para subsistir. Así y todo, entre ellos existe la idea de que los hombres son mejores de alguna manera, y que tienen más derecho a decidir que las mujeres.

Para los hui, de Papua Nueva Guinea, la categorización de género más importante es el grado de substancia femenina en el cuerpo, es esta la que hace el género ´mujer´. Depende de esa substancia, si la persona podrá vivir en la casa de los hombres y participar en las decisiones importantes o no (hombres y mujeres viven en casas separadas). Los niños tienen mucha substancia femenina, ya que hasta hace poco estaban en el vientre de su madre, y los jóvenes no llegan a ser adultos si es que entran en mucho contacto con esta (por esta razón se les prohibe, entre otras cosas, tener relaciones sexuales con mujeres). Pero las mujeres van perdiendo su "substancia femenina" a través de la menstruación y los partos. Se vuelven cada vez más "duras y secas". Si han dado a luz unas tres veces, se las considera “como hombres”, ya que casi no les queda substancia femenina, así es que pueden vivir en la casa de los hombres y participar en todas sus actividades.

Como muchos otros estudios, esto demuestra que la categorización del género no es la misma en todas partes, y que la sexualidad varía según la sociedad. La categorización de género se puede hacer de muchas formas, y la cantidad de categorizaciones también puede variar. Igualmente, varían las relaciones entre género y poder.

Durante los años ´90, la antropología feminista (o antropología del género) se convirtió en una reconocida especialidad dentro de la antropología. Los antropólogos comenzaron a especializarse en distintos aspectos de la problemática de género, como por ejemplo el género y la propiedad del espacio, el parentesco, el alcohol y las drogas, la masculinidad, la sexualidad, etc. La teoría queer ha dado nuevos impulsos a la investigación sobre el género y la sexualidad, sobre los procesos de normalización y estigmatización.

Uno de los temas importantes durante los años ´90 ha sido el postmodernismo. Su tésis principal es que no existen teorías universales ("metarelatos", o grandes relatos). La investigación debe basarse en el diálogo, la reflexividad, y la reflexión sobre sí misma/o. Se trata de lo que los antropólogos durante mucho tiempo antes venían diciendo: no existen sistemas de pensamiento universales. Cada intento de generalización teórica debe ser probado con datos y relatos locales. Algunos van incluso más allá: nuestras teorías, antropológicamente son mitos, por lo tanto tambien deben ser investigadas.

Durante los últimos años, la antropología de género ha estado ocupada con los mismos temas tratados por investigadores de otras ramas académicas. Se han tratado temas como la resistencia y formas de resistencia, el cuerpo y la performatividad, la diversidad, la globalización, el discurso, el sida, las realidades virtuales, las tecnologías reproductivas, etc. Pero hasta hoy, el tema más importante sigue siendo el del poder.



Fuente:

Thurén, Britt-Marie. 2002. Genusforskning inom socialantropologin. Stockholm: Högskoleverket.

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