miércoles, mayo 14, 2008

Irena Sendler, heroína de la resistencia antinazista


















Este lunes 12 de mayo falleció a los 98 años de edad, Irena Sendler, considerada una de las grandes heroínas de la resistencia polaca a los nazis, por haber salvado a 2,500 niños judíos, evitando que fueran llevados a los campos de concentración.

(The International Raoul Wallenberg Foundation,

traducción Marcela Vera O.)

Cuando Alemania invadió Polonia en 1939, Irena trabajaba como administradora superior en el Departamento de Bienestar Social de Varsovia, que operaba los comedores comunitarios de la ciudad. Gracias a Irena, estos comedores no solo proporcionaban comida, asistencia financiera y otros servicios para huérfanos, ancianos y pobres; sino que sumaron la entrega de ropa, medicinas y dinero a las familias judías. Para evitar las inspecciones, se las registraba bajo nombres católicos ficticios y se las anotaba como pacientes de enfermedades muy contagiosas como el tifus o la tuberculosis.

Pero en 1942, con la designación de un área cerrada para alojar a los judíos, conocida como el gueto de Varsovia, las familias sólo podían esperar una muerte segura. En ese entonces 5000 personas morían mensualmente de hambre y enfermedades. Irena se unió al Consejo para la Ayuda de Judíos, Zegota, organizado por la resistencia polaca, y se dedicó al rescate de niños judíos. Logró obtener un pase del Departamento de Control Epidémico de Varsovia para poder ingresar al gueto en forma legal. Iba diariamente con el fin de reestablecer contactos, llevar comida, medicinas y ropa vistiendo un brazalete con una estrella como signo de su solidaridad para con los judíos.

Persuadir a los padres de separarse de sus hijos era una labor horrorosa para una joven madre como Irena. "¿Puedes asegurar que vivirá?" Irena recordaba a los angustiados padres preguntando. Pero sólo podía garantizar que morirían si se quedaban. "En mis sueños, todavía puedo oírlos llorar cuando dejaban a sus padres", decía.

Tampoco era fácil encontrar familias que quisieran darle cobijo a niños judíos. Comenzó a sacar a los niños en una ambulancia como victimas del tifus, pero enseguida bolsas de arpillera, cestos de basura, cajas de herramientas, cargamentos de mercadería, bolsas de papas, ataúdes... cualquier elemento se transformaba en una vía de escape en manos de Irena. Otros métodos incluían una iglesia que tenía dos accesos, uno del lado del gueto y el otro en el lado ario de Varsovia. Los chicos entraban a la iglesia por un lado como judíos y salían por el otro como cristianos.

Irena logró reclutar al menos una persona de cada uno de los diez centros del Departamento de Bienestar Social. Con su ayuda, elaboró cientos de documentos falsos con firmas falsificadas dándole identidades temporarias a los niños judíos. Era más fácil escapar del gueto que sobrevivir en el lado ario. El rescate de un niño requería la ayuda de al menos diez personas. Los niños eran los primeros transportados a unidades de servicio humanitario y luego a un lugar seguro.

Luego les encontraba ubicación en casas, orfanatos y conventos. "Envié a la mayoría de los niños a establecimientos religiosos," recordaba. "Sabía que podía contar con las hermanas." Irena también tuvo una gran cooperación para ubicar a los más grandes: "Nunca nadie se negó a aceptarme un niño," dijo. Irena tomaba nota, por medio de una codificación, de los nombres de los niños, de sus padres, y de sus nuevas identidades.

El único registro de sus verdaderas identidades lo conservaba en frascos enterrados debajo de un árbol de manzanas en el patio de un vecino, frente a las barracas alemanas. Tenía la esperanza de algún día poder desenterrar los frascos, ubicar a los niños y reunirlos con sus familiares.


En total, los frascos contenían los nombres de 2.500 niños...

Finalmente lo nazis se dieron cuenta de sus actividades y, el 20 de octubre de 1943, Irena fue detenida y encarcelada por la Gestapo. Aunque era la única que sabía los nombres y las direcciones de las familias que albergaban a los niños judíos, soportó la tortura y se rehusó a traicionar a sus asociados o a cualquiera de los niños ocultos. Le quebraron los pies y las piernas. Pero nadie pudo quebrar su voluntad.

Irena paso tres meses en la prisión de Pawiak donde fue sentenciada a muerte. Mientras esperaba la ejecución, un soldado alemán se la llevó para un "interrogatorio adicional". Al salir, le gritó en polaco "¡Corra!" Al día siguiente halló su nombre en la lista de los polacos ejecutados. Los miembros de Zegota habían logrado detener la ejecución sobornando a los alemanes. Irena continuó trabajando con una identidad falsa.

Al finalizar la guerra, Irena desenterró los frascos y utilizó las notas para encontrar a los 2.500 niños que colocó con familias adoptivas. Los reunió con sus parientes diseminados por todo Europa, pero la mayoría había perdido a sus familias en los campos de concentración nazis.

Los niños sólo la conocían por su nombre clave: Jolanta. Pero años más tarde cuando su foto salió en un periódico luego de ser premiada por sus acciones humanitarias durante la guerra "Un hombre, un pintor, me telefoneó," dijo Sendler, "`Recuerdo su rostro', dijo, 'Eres tú quién me sacó del gueto.' Tuve muchos llamados como ése".
Irena Sendler no se considera una heroína. Nunca se adjudicó crédito alguno por sus acciones. "Podría haber hecho más," dijo. "Este lamento me seguirá hasta el día que muera."

En 1965 la organización Yad Vashem en Jerusalén le otorgó el título de Justa entre las Naciones y se la nombró ciudadana honoraria de Israel. Luego de la guerra trabajó para bienestar social; ayudó a crear casas para ancianos, orfanatos y un servicio de emergencia para niños.

Los productores Jeff Rice y Jeff Most se encuentran proyectando la filmación de una película basada en la historia de esta mujer, quien salvó a más personas que Shindler, el protagonista de la película de Spielberg, "Schindler´s List". La película se basará en la biografía “Irena Sendler: La Madre de los Niños del Holocausto”, de Lawrence Spagnola. El año pasado, Irena Sendler fue nominada al Premio Nobel de la Paz, con el apoyo de los gobiernos de Polonia e Israel; sin embargo, éste fue otorgado a Al Gore.


Página de Irena Sendler, aquí (click)


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jueves, mayo 01, 2008

Censura en la red - "Generación Y" desde Cuba

Sandra Maler, 24 de marzo, 2008. Reuters.

Las autoridades cubanas han bloqueado el acceso desde Cuba, al blogg más leído de ese país.
Yoani Sanchez, autora del blog “Generación Y”, que en febrero de este año ya tenía 1.2 millón de visitas, dijo que los cubanos ya no pueden visitar su página, además de otros dos bloggs nacionales.


“Así que los anónimos censores de nuestro famélico ciberespacio, han querido encerrarme en el cuarto, apagarme la luz y no dejar entrar a los amigos. Eso, convertido al lenguaje de la red, quiere decir bloquearme el sitio, filtrar mi página, en fin, “pinchar” el Blog para que mis compatriotas no puedan leerlo. Desde hace un par de días Generación Y es sólo un mensaje de error en la pantalla de muchas computadoras cubanas. Otro sitio bloqueado para los monitoreados internautas de la Isla”, escribe Yoani.

Sánchez dice que no puede acceder a su blog directamente desde Cuba para postear nuevos artículos, pero ha encontrado una manera de ganarle a lo censuradores a través de una ruta indirecta.

La filóloga de 32 años ha atraído una cantidad considerable de lectores, escribiendo sobre su vida diaria en Cuba, y describiendo las dificultades económicas y las tensiones políticas. Últimamente, ha criticado a Raúl Castro por sus vagas promesas de cambio, y mínimas medidas para mejorar el estándar de vida de los cubanos.

“¿El último para las tostadoras?” es el título de uno de sus artículos del mes de marzo, en el que ironiza la venta de computadoras, aparatos DVD, y otros aparatos electrónicos, aunque las tostadoras no serán vendidas libremente hasta el año 2010.


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